Mi mamá proveniente de una familia San Isidrina con buena posición social, hija de Pelusa una madre racista y clasista e hija de Germán, un padre militar que llegó a ser Comandante General. Mi madre, una chica rebelde con ganas de hacer lo que le venga en gana, que a los 22 decidió quedarse a vivir en Lima con mi bisabuela, porque a Germán lo habían enviado como agregado militar a otro lugar.
Mi papá proveniente de una familia Chalaca de bajos recursos y CHOLO, hijo de mi abuelita Elva, una madre realmente buena y noble que se sacó la mugre por él, un padre que murió cuando mi papá tenía un año y con Octavio un padrastro que llegó cuando mi papá tenía la edad de tres pero que siempre (tal vez sin saber) le hizo sentir siempre que no era parte de la familia. Mi papá con sus estudios llegó a ocupar una muy buena posición en un importante banco de la ciudad.
Mi mamá muy guapa por cierto, entró a trabajar ahí también, muchos chicos la invitaban a salir pero ella siempre se dio el lujo de decir que no, o decir que sí y el mismo día, minutos antes de la cita, decir que mejor ya no. Mi papá un día la invitó a salir, mi mamá le dijo que "Tal vez", mi papá le respondió "Yo no acepto un tal vez, así que me dices que sí o me dices que no". Esa determinación y seguridad fue lo que le gustó a mi mamá y desde ese día empezaron a salir. Luego de un tiempo al mismo estilo de Gloria Trevi, se cansó de esperar lo que llega cada mes, fue cuando comprendió que algo crecía dentro, AHÍ!
Mi papá le propuso matrimonio a mi mamá, ella ilusionada y enamorada dijo que SI. Un tiempo después pelearon porque mi mamá no quería hacer algo que si quería mi papá y pues le cayó el primer golpe. Inmediatamente después mi papá se puso a llorar, de rodillas pidió perdón y juró que jamás volvería a pasar. Mi mamá embarazada pensó "ya me voy a casar, se que ahí va a cambiar, además vamos a tener un bebé y esto jamás va a volver a pasar". (no se si luego de esto le volvió a pegar más, la verdad es que para poder completar este post he tenido que llamar a mi mamá y preguntarle muchas cosas que mi cabecita no lograba aclarar, no quise seguir interrogándola, porque además de incomodar y hacer recordar, me di cuenta que las historias jamás iban a terminar).
Omitiendo los golpes, mi mamá le contó a mi abuela que se iban a casar, Pelusa dió ungrito en el cielo, no sólo por sus pensamientos clasistas, sino que estaba segura que mi papá tenía algo que no le gustaba, sabía como toda madre bruja y adivina que mi papá no la haría feliz. Mi mamá, no hizo caso, estaba enamorada así que decidió casarse igual. No se casó de blanco, pues ya tenía 4 meses de embarazo. Al matrimonio sólo fueron mis abuelos maternos, los paternos no fueron porque nunca supieron que mi papá se casaba, es más, nunca conocieron a mi mamá antes del matrimonio, mi papá siempre le dijo a mi mamá alguna historia que impedía presentarle a sus papás.
Luego de la iglesia se fueron a dormir a un hotel, al día siguiente el amigo de mi papá - Fito- llegó a desayunar y se fueron a arreglar el carro. Su luna de miel fue un viaje en carro hasta Tacna. ¿Fueron felices? no lo se. Antes de casarse, cada vez que mi mamá le preguntó a mi papá donde iban a vivir, mi papá le decía que no tenía de qué preocuparse, preguntó más de una vez y luego pensó que mi papá le tenía una sorpresa. Vaya sorpresa fue la que se llevó cuando regresando de su luna de miel mi papá pretendió dejar a mi mamá en la casa de Pelusa y él regresarse a dormir a casa de mi abuelita Elva, pues pretendía que una vez casados, cada uno regrese por su lado a sus casas a dormir. Mi mamá dijo que NO, o que los dos dormían en casa de Pelusa o que los dos dormían en casa de mi abuelita Elva. Como mi papá no quería ver a Pelusa y no pretendía presentarle a mi abuelita Elva, se quedaron en un hotel esa noche. Luego de eso, mi papá llevó a mi mamá a casa de mi tío Fito, donde mi mamá embarazada dormía en la sala, mi papá se iba a dormir a casa de la Abuelita Elva. Pasaron los días y una tía por parte de papá se enteró que mi mamá vivía en un sillón, la recogió, se la llevó a su casa y ese mismo día mi abuelita Elva conoció a mi mamá, se la llevó a su casa y bueno, ya se imaginanrán qué pasó una vez que mi papá se enteró ¿no? Le cayó otro golpe a mi mamá. ¿Por qué mi mamá nunca dijo nada? pues porque mi papá siempre amenazaba a mi mamá con contarle a Pelusa y Germán que le pegaba, mi mamá -cojuda- pensaba que eso haría sufrir a mis abuelos así que decidió que era mejor recibir los golpes ella sola.
El tiempo avanzaba, los golpes también y pues... nací yo. Lo primero que hizo mi padre fue prohibirle a mi madre que fuera a visitar a Pelusa, lo segundo prohibir que alguien de mi familia materna asista a mi bautizo, lo tercero prohibir que pregunte por que él llegaba tarde a casa, lo cuarto prohibir que pregunte por qué a veces ni llegaba a la casa, lo quinto... Pues a partir de lo quinto no me acuerdo.
Luego de un tiempo era mi padre quien le quitaba todo el sueldo a mi madre, en esas épocas los sueldos los entregaban en un sobre. Como trabajaban en el mismo banco, mi papá sabía cuándo era el día de paga así que llamaba a mi mamá y le decía BÁJAME TU SOBRE, así fue durante meses o años (no lo sé). Como el sueldo del sobre no le alcanzaba, le quitó el carro a mi mamá (carro que mis abuelos le regalaron cuando era soltera) y decidió alquilarlo por ahí para que hagan taxi con él. Así que mi mamá todos los días tenía que llevarme en micro desde San Isidro hasta el Callao, dejarme en casa de mi abuelita Elva, y regresar corriendo a prepararle el desayuno a mi papá, luego irse sola a trabajar porque mi papá entraba a trabajar más tarde. Mi mamá llegó al punto de decir "ya vengo, me voy a la tienda" para que yo pueda ver a mi abuela Pelusa, llegaba muy asustada, le decía mira a mi hijita, y por favor dame azúcar en bolsita para que César piense que lo he comprado en la tienda" Esa fue la única manera en que yo podía ver a mi abuela. Una vez azúcar, otra vez sal, la otra huevos y así sucesivamente.
Cuando cumplí un año, de un estampazo contra la pared, le rompió el diente. Cuando tuve tres años, por alguna extraña razón mi mamá andaba siempre con lentes. Cuando tenía cuatro años, ya era conciente de los gritos en casa. Cada vez que mi mamá sabía que mi papá le iba a pegar, le pedía a la empleada que me lleve a mi cuarto y me tape los oídos o que mejor aún me lleve a su cuarto, ya que el cuarto de la empleada estaba más lejos. Un día yo decidí que no quería ir a ningún cuarto, mi mamá llorando me dijo entonces ven aquí, mi papá dijo que NO, que mejor vaya con el. Me quedé al medio, moviendo mi cabeza de un lado para el otro. Sin saber qué era lo que tenía que hacer, no podía decidir, si me iba con mi mamá, ¿mi papá también me pegaría? y si me iba con mi papá, ¿le pegaría a mi mamá? Al final mi mamá me dijo que vaya con mi papá. Ese fue el día que entendió que tenía que separarse.
Mi mamá no lo sabe, pero yo si recuerdo ese día; en realidad lo recuerdo de manera distinta. Recuerdo claramente ver como recibía una cachetada, un puñete e incluso cómo la tiraba al piso para arrastrarla jalada de los pelos. Recuerdo que era yo quien con mis cortos cuatro años tuvo que ponerse al medio para tratar de separarlos, era yo quien lloraba y gritaba desconsolada para que venga alguien y nos brinde ayuda, era yo la que tenía que decirle PAPÁ SUÉLTALA, era yo la que luego de todo eso era cargada y acariciada, era yo quien luego de eso sentía a mi mamá temblando y llorando diciendo NO PASA NADA HIJITA, AHORITA NOS VAMOS AL CUARTO, NO PASA NADA!
Mi papá se fue de la casa, no se quedó sólo ya que desde un inicio tuvo una amante. El tiempo pasaba, de él no se sabía nada, mi mamá ya trabajaba en otro lugar, no le daba ni para comprarme un tarro de leche. Mi mamá empezó a hacer taxi ella misma para poder pagarme el colegio, alquiló un cuarto de la casa a su hermano. Un buen día mi papá llegó a la casa, empezó a gritar, no se que más pasó, sólo recuerdo que llegaron policías. Ese día se lo llevaron, yo lo vi por la ventana.
No lo voy a negar, como padre se portó bien conmigo y mi mamá JAMÁS me habló mal de él. De niña, mi papá siempre me fue a recoger cada domingo para ir a desayunar al Tip Top, luego a pasear. Era yo la niña que mejores loncheras llevaba al colegio (aunque mis almuerzos se basaban en arroz con huevo. Mi papá llenaba bolsas de golosinas cada semana, eran las loncheras mas ricas de todo el colegio, por eso siempre fui una niña gorda y mal nutrida. Y es que él prefería comprarme la lonchera antes de darle la plata a mi mamá para que me compre comida, "no vaya a ser que ella se la gaste en otra cosa". De adolescente, mi papá fue mi cómplice cada vez que me castigaban llamaba a mi papá para que llame a la casa de mi abuela y diga que ese fin de semana me iría con él. Ese mismo fin de semana me dejaba y recogía de las fiestas. Los años fueron pasando, mi rebeldía como toda chica de mi edad se fue acumulando y llegó el día en que me dió un golpe a mi (bueno, fue un gran cachetadón, pero con su tremenda manaso yo lo sentí como un golpe). La razón? me prohibió ver a una prima porque había salido embarazada fuera del matrimonio y ese no era un buen ejemplo para mi. Desde ese día mi relación se fue deteriorando y pasamos algunos años hablándonos y otros no.
El tiempo fue pasando, el la fue pasando peor, se quedó pobre, se quedó solo. Un día le dió un infarto cerebral, decidí verlo y acompañarlo hasta que se curó. Debo reconocer que admiro su fortaleza, nadie sale de un infarto cerebral caminando. Decidí perdonarlo, pasar tiempo con el, pero a los cuántos días empezaron sus gritos, su mal humor. Lo ayudaba económicamente, hasta que el empezó a exigirlo como si fuera un derecho, ¿qué esperaba? ¿que vaya cada mes con mi sobre? Pues si no recuerda, soy una persona que hace muchos años vive sola, no tuve la dicha de vivir con mi mamá muchos años, tuve que vivir con mis abuelos, pues cómo el JAMÁS quiso dar un sol aún cuando tuvo juicio por alimentos, mi mamá se tuvo que ir a USA cuando yo tenía 14 años, para que yo sea una chica de bien, para que pueda seguir estudiando en un buen colegio (aunque por misia siempre fui medio becada) y pueda estudiar en una buena universidad.
Hace poco se murió el papá de una amiga, recuerdo muy bien a su papá; no faltó a ni una sola actuación del día del padre, ni siquiera faltó a las actuaciones del día de la madre. El mío no fue a ni una sola.... A NI UNA. Cuando me confirmé le rogué para que vaya, no fue. Cuando me gradué del colegio, mi mamá, mi abuela y yo, le rogamos para que vaya, no fue porque dijo que no tenía un terno apropiado. Cuando me gradué de la universidad, ni siquiera me tomé la molestia de llamarlo, preferí evitar el desprecio y el dolor.
Hoy en día, no lo veo, no lo llamo, no le hablo, decidí que por mi bien mental debería alejarme. Muchos piensan que es por rencor, que debo comprender que al criarse sin amor, su forma de arreglar las cosas es a golpes, creen que le tengo resentimiento. La verdad es que no, la verdad es que en algún momento me di cuenta de que muchas cosas de él las tengo yo, mi mal humor, mi rápida irritación, el no querer escuchar lo que no me gusta, el sentir rabia cuando algo no se hace como yo quiero que se haga. Muchas veces en momentos de rabia, he sentido hasta la necesidad de golpear (no lo he hecho, pero lo he sentido). La verdad de todo esto es que, me tuve que alejar de mi papá simplemente porque no quiero ser como el, porque lo que viví yo, se termina ahí conmigo. Ahora me toca a mi olvidar, me toca vivir, me toca reir, porque yo merezco ser feliz.
Lo siento, hombres asi hay por todos lados y valiente tu mamita, saludos
ResponderEliminarMuchas personas no entienden cuando una necesita alejarse física o emocionalmente de algún miembro de tu familia (más aún cuando son tus padres) porque no está bien visto. Rencor, le dicen. Siempre y cuando la decisión fué bien pensada estará bien. Cada uno pone las reglas de su vida, y punto.
ResponderEliminarExacto. Es complicado que alguien lo entienda, pero es una decisión dificil... no es rencor, es amor a una misma!
ResponderEliminarMe identifique con tu historia , pero las cosas eran al revés .. y ellos aún siguen casados..
ResponderEliminarLo importante al final es que cada persona debe elegir como superar eso. Lo importante es poder elegir ser feliz :)
EliminarTambién pase por algo similar pero con todo eso aprendí a valorar mas a mis padres a pesar del trauma que causaron en mí cuando estuve pequeña. No soy quién para juzagarlos ahora ellos están separados. Pero ruego que esten felices. Buen blog histérica.
ResponderEliminarTe entiendo... Y es un tanto triste, yo jamas podre odiar a mi papa, lo amo con todo el corazón pero llego un punto en el que te das cuenta que lejos estamos mejor
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