sábado, 29 de octubre de 2011

REYNALDO APRETADO

Hace unos meses twiteé algo que decía algo así como “Acabo de ser violada en mi ropero” para mí fue un twit completamente inofensivo, pues mi novio había hecho conmigo lo que le dio la gana en ese pequeño ropero antiguo, me había tapado la boca, me empotró la cabeza contra la pared, me levantó las piernas y estratégicamente las colocó en su hombro y yo había sido feliz. A los pocos minutos o segundos diría yo,  una follower me escribió completamente ofendida que no debía poner con tal ligereza la palabra VIOLACIÓN pues hay personas que han sido violadas y que mi acto en el ropero, no podía asemejarse a una violación de verdad.
Entendí su dolor aunque no lo compartí. Sin embargo, automáticamente recordé aquél capítulo de mi vida que hace mucho tiempo decidí borrar. Gracias a Dios y gracias a la pésima memoria que la vida me dio, he logrado poder borrar o dejar de lado cada momento horrible que la vida tan injustamente me regaló, he aprendido a tomar las malas experiencias y hacerme un poquito más fuerte con cada una de ellas, he aprendido a poder vivir con esas cosas malas, con esas experiencias traumáticas que 31 años después puedo contarlas y gritarlas a través de este blog. No pretendo ser presumida cuando digo que olvido las cosas rápido, pero creo que la vida una la vive como le da la gana y está en la fuerza de una misma seguir adelante o quedarse ahí estancada viviendo y recordando aquellos hechos traumáticos que sin buscarlos, nos tocaron. Con este post no pretendo ofender a quienes no hayan podido superar sus traumas y mucho menos pretendo refregar en la cara que yo si los superé… pero desde ese día y sólo cuando me dio unfollow (lástima que no recuerde el @ de esta chica, aunque sí recuerdo que le gusta mucho la mayonesa) me quedé con las ganas de escribir este post, y aunque es muy DOLOROSO y VERGONZOSO para mi… creo y ESPERO llegar siquiera a una sola persona, pues si con este post puedo cambiar la vida de una niña me sentiré satisfecha con lo que hago aquí.
Creo que tenía diez u once años, no lo recuerdo muy bien. Mi mamá, que ha sido madre y padre desde que tengo seis (eso lo contaré en otro post), después de su divorcio tuvo dos enamorados, ninguna de esas relaciones funcionó. Después de muchos años decidió enamorarse otra vez. Ha llegado el momento de traerlo a la casa para presentármelo y para mi mala suerte, hay algo en la mirada de este viejo panzón que definitivamente no me agrada. Reynaldo (y si esta vez sí utilizaré un nombre real) era alto, grande, gordo, muy blanco y el pelo con muchos rulos. También es divorciado y tiene un hijo que si mal no recuerdo se llama Renzo. No sé qué le ve mi mamá porque ni siquiera la trata bien (y SI,  aunque seamos niñas, nos damos cuenta ya de esas cosas). Pasó el tiempo y su relación definitivamente fue creciendo y mamá ya le dio la confianza de dejarle que se quede a dormir.
Hoy mi mamá se ha ido a trabajar y le ha pedido que se quede cuidándome para que yo no me quede solita, esta vez no me ha podido llevar donde mi abuela para que me cuide como suele hacerlo cada vez que ella no está (la empleada se fue una vez más). Reynaldo ha entrado a mi cuarto y se ha echado a mi costado, hemos visto televisión, yo no me doy cuenta de nada, al fin y al cabo solo soy una niña de 10. Me ha empezado a besar en la mejilla, de pronto, siento sus asquerosos labios chocar con los míos y peor aún siento su lengua meterse dentro de mi boca, su boca es muy grande, la mía es muy pequeña… me he puesto a llorar pero no me he puesto a gritar (sería en vano, no hay nadie más) lo he empujado pero no tengo fuerza suficiente, él es demasiado grande y gordo. Además tengo miedo, aún tengo los recuerdos de mi papá pegándole a mi mamá, no quiero que lo mismo me pase a mí. No entiendo por qué se esmera en hacerme pensar que lo que está haciendo está bien.  Poco a poco sus manos han empezado a bajar y me ha empezado a tocar, no entendía por qué se sentía tan bien lo que yo sabía perfectamente que estaba completamente mal. Nunca quise contárselo a mi mamá (por suerte su abuso no llegó a más) aunque ese acto lo repitió más de una vez. Le he pedido a mi mamá llorando (ocultando la verdadera razón) que ya no esté con él, que ya no lo quiero ver en la casa nunca más, mis palabras han sonado como arrebato, como un capricho. Lamentablemente, ella ha optado por pensar que son los celos que podría tener cualquier niña a mi edad.
Ha pasado el tiempo y Reynaldo se ha empezado a portar realmente como un patán, levanta la voz y pretende que ésta es su casa también, creo que hasta le ha pegado a mi mamá (aunque no sé si estoy cruzando imágenes de él con las de mi papá) mi mamá se ha dado cuenta de que él no es el hombre ideal, y ya no están.
Tengo 20 años, y por alguna razón creo que es tiempo de contarle a mi mamá. Ella ha empezado a llorar, no sabe como quitarme ese dolor del alma, se arrepiente no haber podido hacer nada en su momento y le da rabia vivir ahora en otro país y no poder irlo a matar. Me ha abrazado fuerte y me ha pedido perdón, perdón por todo lo que me pasó, yo no tengo nada que perdonar, fue mi culpa no hablar, fue mi culpa no gritar.
Mi mamá también ha decidido confesar que en algún momento,  Reynaldo le dijo a mi mamá que yo tenía algo raro, que yo me le acercaba de manera rara, por ésta razón mi mamá decidió enviarme al psicólogo, al cual por miedo o vergüenza jamás le conté nada, ante mi silencio, el psicólogo citó a Reynaldo para conversar y entender qué es lo que me pasaba, pues Reynaldo le contó que era él quien se sentía incomodo conmigo, que en muchas ocasiones yo me insinuaba y que incluso le coqueteaba. El resultado del análisis de este psicólogo fue que la falta de figura paternal, pues me hacían hacer cosas que no eran propias de mi edad. Es increíble como en este mundo existe gente tan baja y peor aún como a un psicólogo se le ocurre pensar que UNA NIÑA DE 10 AÑOS va a buscar algo así. Simplemente no me cabe en el cerebro, como alguien lo puede siquiera imaginar. No entiendo muchas cosas, no entiendo como convenció a mi mamá, no entiendo como sus seis años de estudios en psicología, no lo hicieron descifrar la verdad.
Este post va dedicado a todas las mamás… pero más que todo a aquellas mamás que son también papás, para que sepan que eso de las noticias que el papá viola a la hija o que bla bla bla, puede pasar en cualquier lugar. Tengan cuidado, no confíen en la gente así no mas, pues como niñas podemos vernos felices o tranquilas, cuando por dentro nos estamos sintiendo fatal. Sé que este post es un poco duro, pero realmente he sentido que lo tenía que contar.

miércoles, 5 de octubre de 2011

YA TENGO A MI CORAZÓN OTRA VEZ

Hace unos meses te dediqué un post. Qué rápido pasa el tiempo, he abierto mi blog para acordarme un poquito de ti, pues hoy solo tengo un vago recuerdo de qué es lo que sentía por ti al final de nuestra relación, miro la fecha del post, pensé que habían pasado pocos meses pero lo cierto es que HA PASADO CASI UN AÑO, en qué momento te desvaneciste? No lo sé, ni pretendo recordarlo, en fin… en ese post te dije, te pedí y te imploré que me devuelvas el corazón que yo tan ingenuamente te había regalado hace muchos años, que me lo entregues roto si te daba la gana, que yo me encargaría de arreglarlo.

Jamás me lo quisiste devolver, siempre lo quisiste únicamente para ti aunque ni siquiera tengas conocimiento del lugar donde lo hayas dejado tirado la última vez que decidiste jugar con él, si es que estaba bien o si es que se sentía mal, si es que seguía vivo o si es que por tu maltrato ya se había muerto, es más… estoy segura de que piensas con total convicción, pensarás que aún está en el lugar donde lo dejaste, pero déjame decirte que alguien se dedicó a buscarlo para conquistarlo, al mismo estilo de príncipe buscando el amor de su princesa. Dedicó días, noches, semanas incluso meses hasta encontrarlo para entregárselo a quien realmente le pertenece, es decir A MI. Una vez en mis manos pensé entonces que sería nuevamente dueña única y que tendría monopolio absoluto de ese órgano vital que pensé nunca más tener. Sin embargo, desde ese día no ha hecho nada más que limpiarlo, cuidarlo y curarlo de aquella amnesia que por años dominó mi cansado y agotado corazón.
Hoy me has vuelto a hablar y te he respondido ni con cólera ni con pica… he dejado que converses y hemos hablado de varias cosas, no puedo decir que estoy contenta por ti pues no lo estoy. No sé si me has contado tus cosas con tu eterno afán de  manipularme (acto del cual hace tiempo te graduaste como experto) o simplemente me has contado tus cosas porque necesitabas hablar con alguien. Me has preguntado si ahora que tengo nuevo novio soy feliz... y por fin con total tranquilidad he podido responder que SI. Si soy feliz, soy feliz cuando camino de la mano con mi novio por la calle, soy feliz cuando me tiro al jardín a mirar el cielo aunque muchas veces no tenga estrellas, soy feliz cuando me pierdo en su mirada y sé que todo estará bien, soy feliz cuando reímos, soy feliz cuando conversamos, soy feliz hasta cuando estamos haciendo absolutamente nada, y es así como con cada simple acto puedo decir que SOY FELIZ!
No sé cuántas veces más me hablarás… no sé cuántas veces más responderé, pero si puedo decirte después de haber hablado más de media hora contigo que... NO HE SENTIDO NADA. No he sentido esa aceleración en el corazón que solías causar cuando me hablabas, ni la rabia profunda de saber que por más que lo intentara, tu amor no sería lo suficientemente grande como para que me escojas a mi, no he sentido tampoco ese afán de venganza para verte en lo mas bajo de este universo, de verte llorar y rogar por mi perdón... simplemente NADA. Aunque si me pongo a pensar un poquito más, si hay  un sentimiento que tengo hacia ti y ese sentimiento es COMPASIÓN (aunque existe un límite muy delgado entre compasiòn y pena, prefiero pensar que es sólo compasión), compasión por el hecho de saber (o creer) que no llevas la vida que quieres (aunque he llegado a pensar que tal vez si es la vida que te mereces) porque después de tantos años sigas siendo tan cobarde como para no agarrar el toro por las astas, dar la media vuelta y empezar tu vida otra vez, compasión porque veo que por más que pase el tiempo siempre estarás igual, igual de infeliz, igual de manipulador, igual de mentiroso y aunque debo reconocer que de cierta manera hoy yo he manipulado mis palabras también para que no te des cuenta de mi total desinterés hacia ti, con tu simple pregunta acerca de mi felicidad pues me has hecho dar cuenta de que soy más feliz de lo que pensé.

Tengo al lado a un hombre que realmente vale la pena, un hombre que se desvive por mi y aunque por momentos él crea que yo no correspondo de igual manera, no lo hago porque no lo sienta, lo hago porque lamentablemente ese antiguo amor ha dejado fantasmas en mi, fantasmas que hacen que a veces no demuestre mis impulsos o mi cariño, y aunque te molestes porque a veces me guardo mis cosas o me hago la fuerte en muchos sentidos o porque no escriba sobre ti… debes entender Miguel que SOY FELIZ CONTIGO, con cada gesto, con cada cosa que aunque para ti sean insignificantes, para mí son más importantes e interesantes que las cosas que haces premeditadamente. Debes entender también que siento miedo, porque después de muchos años estoy sintiendo esas cosas que pensé y juré que jamás volvería a sentir por ti ni por nadie y aunque seamos tan distintos en TODOS los aspectos y tengamos nuestros problemas que aún no se si podamos solucionar (debo ser honesta y no engañarme a mi misma) ME HACES FELIZ.

Estoy feliz de tenerte a ti a mi lado. Tengo yo mis propias maneras de demostrar las cosas, has logrado en poco tiempo quitarme el escudo y conocerme realmente a mí, muy pocas personas me conocen. Pues, la mayoría de gente sólo conoce lo HISTÉRICA que llevo en mí.  No pretendo regalar esta vez mi corazón, ya que entendí en este tiempo que eso no se hace; porque aunque no lo creas al regalarlo, perdí un poco el amor que yo misma sentía por mi. Lo que si puedo hacer compartir mi corazón contigo y prestártelo de vez en cuando. Sólo dame tiempo para poder demostrártelo :)