jueves, 6 de septiembre de 2012

A LA MIERDA... RENUNCIO!

Siempre fui de las últimas en el colegio, no se si es que no me gustaba estudiar o es que al tener padres divorciados y una madre que se sacaba la mierda trabajando para pagarme uno de los colegios pituquinais de la ciudad (aunque medio becada), la que me ayudaba a hacer las tareas era la empleada del momento (porque tuve varias) y pues era fácil pasearla a mi manera. Cuando mi mamá se fue a USA a buscar el sueño americano y poder seguir pagando el puto colegio que era tan caro y en un futuro la universidad, me dejó en la casa de mi abuela; cuando llegó la libreta de notas, mi abuela puso el grito en el cielo, me dio tremendo desahueve y decidió "enderazarme" por las malas. Me prohibió salir días de semana o recibir llamadas telefónicas. Si me llamabas un martes en la tarde, te decía que me llames viernes en la noche (hora en la que terminaba mis tareas) y si me llamabas domingo por la noche te decía que me llames el viernes que venía porque ya tenía que "prepararme" para ir al colegio (llámese planchar mi falda y blusa con almidón, hacer la mochila y dormir temprano para que esté lúcida al día siguiente). Como siempre tenía algún jalado en la libreta, nunca pude ir a los quinceañeros de la promo porque siempre estaba castigada hasta el siguiente bimestre y así pasé mi adolescencia, castigada, encerrada y fue así como pasé del puesto 74 al puesto 12 de la promoción.

Salí del colegio, y no tenía idea de qué mierda estudiar, quería estudiar derecho pero no me gusta leer y luego me di cuenta que lo que quería, era ser cirujana plástica. Como siempre pierdo todo, perdí la plata que mis abuelos me dejaron para pagar la Pre Cayetano, cuando les conté, se molestaron. Me hicieron dar el examen de la ULima para demostrarles que si podía ingresar a la universidad (y porque toda la familia había estudiado ahi, que ahora ocupaban importantes cargos y querían que yo siga los mismos pasos). Un simple "De Tin Marin" me indicó que postularía a Administración. Ingresé en puesto 42 pero con nivelación en letras, nadie me felicitó, total... era sólamente una apuesta. Seguí el curso de nivelación  y cómo ya había perdido todo el verano nivelándome, decidí que era mejor quedarme ahí, estudiando  en la universidad que durante toda mi rebelde adolescencia odié, era más facil y más rapido, era mejor a ponerme a estudiar ooootra vez para ingresar a otra universidad a una carrera que dure cuchumil años, a una carrera que no me permitiría tener una familia a los 24 como lo había planeado. 

En la universidad, Me dediqué a salir TODO lo que no salí en el colegio, me había perdido demasiado en la adolescencia, así que me largaba a las juergas desde el jueves y los domingos por la tarde cerraba el día tomando unas chelitas en cualquier parque (o avenida) con mis amigos. Nunca me maté estudiando, pero si me dedicaba a atender a TODAS las clases, escuchar bien lo que decía el profesor, me di cuenta de que era lo mejor que podía hacer, la clave era entender lo que el profesor decía y ser la chinchosa que se sentaba en primera fila para hacer mil preguntas, pero es que era conciente de que en esa hora de clase era mi oportunidad para entender todo, no había forma de que llegue a mi casa y me ponga a estudiar. Claro que me botaron de varias clases por chonguera, pero eso sólo pasaba cuándo la clase ya la había entendido. Antes de los exámenes, esperaba a que llegue la noche para ir corriendo a la casa de algún amigo chancón y que me explique lo que seguramente en grupo habían estudiado toda la tarde. En cinco minutos captaba la idea y al final terminaba sacándome mejor nota que los demás, así que varias veces me vi en problemas ya que no me querían explicar jajajaja.


Empecé a practicar cuando tenía 24 años, mi mamá nunca me dejó practicar antes, me decía que mientras ella pueda mantenerme, sólo quería que me dedique a mis estudios. Un día me llamó y me dijo "no te lo había querido decir, pero tienes que buscar trabajo URGENTE, no tengo plata, ya me quedé sin ahorros, así que ahora tienes que aportar" fue así que entré a trabajar a la primera porquería que me ofrecieron en una AFP, trabajo del que por cierto me botaron por ser "ineficiente", nunca entendí por qué si mi jefe una semana antes me había felicitado por haber podido hacer en un mes, lo que los otros cinco practicantes no habían logrado en seis. Y es que nunca me ha gustado ser hipócrita, así algunos le llamen "diplomacia", nunca le caí bien a la gerenta y cuando mi jefe se fue de vacaciones, la gerenta aprovechó y me botó. A la semana no más, entré a trabajar a un prestigioso banco, en un trabajo que no me hacía explotar mis neuronas pero me tuve que ir a los seis meses, porque terminé la universidad y por ley, una vez que acabas la universidad ya no puedes practicar. Me quedé en la calle y yo ya vivía sola, así que no podía darme el lujo de dejar de trabajar. Acepté trabajar en la editorial de una amiga, con un sueldo de mierda pero al menos me serviría para poder pagar la luz y el agua. Trabajé tres meses y me llamaron de esa empresa que te da teléfonos TRIPLICANDO MI SUELDO, me largué de la editorial en una y empecé a trabajar. Fueron los dos años más chéveres de mi vida, hice muchos amigos, mis jefes eran lo máximo, pero me metí con un chibolo que era casado así que acepté la primera oferta que me daban en otra empresa del grupo. Pasaron cinco años más y me di cuenta de que cuándo me acepté el trabajo, había aceptado lo que me habían ofrecido, que no me había tomado un tiempo para pensar si verdaderamente era lo que YO quería hacer, si era lo que me gustaba, si era un trabajo que realmente me retara y sobretodo si era EL JEFE QUE REALMENTE QUERÍA. Mi trabajo me gustaba pero yo quería hacer nuevas cosas, quería explotar mis capacidades (que sé que son muchas), quería un jefe cuyos valores sean acordes a los míos, quería recuperar la pasión que evidentemente ya había perdido y fue así cómo empecé a renegar por cada cosa que hacía, a granputear porque no era la vida que yo quería y todos los días me hablaba esa vocesita diciendo  "quiero renunciar".
Así me la pasé UN AÑO ENTERO, hasta que un día no aguanté mas, dije A LA MIERDA, RENUNCIO! un año entero, quejándome del trabajo que tenía, segura de que merecía algo mas, buscando explotar neuronas (ya era experta en lo que hacía, no habían nuevos retos) Estaba en mi zona de confort, hacía las cosas bien sin mayor esfuerzo y a fin de mes recibía mi buena plata por hacerlo, podía comprarme los caprichos que me daban la gana, pero si era sincera conmigo misma, NO ERA LA VIDA QUE QUERÍA.

De lo cojudo que era mi jefe no voy a hablar, pero bueno un buen día renuncié y todo el mundo me dijo... con lo capa que eres vas a conseguir trabajo al toque, y ya pues, me largué del trabajo, empecé a dormir hasta tarde, me empezó a gustar vivir de mis rentas (porque cojuda no soy, alquilo cuartos en mi depa... no iba a renunciar sin tener ningún ingreso) y vivir mi vida como me diera la gana, tener un tiempo PARA MI, hacer lo que YO QUIERO y descubrir realmente quien soy y ya pues.

Así me la he estado pasando, hasta que... hace unos días me di cuenta de que tengo CINCO MESES sin trabajar, se que soy culpable porque no me he puesto las pilas pero.... POR LA PUTA MADRE, TAN DIFICIL ES ENCONTRAR TRABAJO??? 
En el fondo no me molesta no trabajar, lo que me molesta es simplemente NO ENCONTRARLO... o sea... tan bruta soy para que no me contraten? qué está mal en mi? será por la gordura? será que se dan cuenta que en el fondo soy histérica? será que me equivoqué al renunciar porque era el único lugar que me hubiera dado trabajo?

El mes pasado fue mi cumpleaños, siempre fui de las que lanzaban las grandes fiestas, la que reventaba la casa por la ventana, la que todo el mundo quería ir a sus fiestas de cumpleaños porque eran a todo dar. Este año decidí NO HACER NADA PORQUE NO HAY PLATA. No me deprimí (por fuera, porque por dentro sentía impotencia de nisiquiera poder celebrar un puto cumpleaños), tenía todo lo que quería a mi lado. Al final, entre mi enamorado y mi mejor amigo, me hicieron una fiesta sorpresa, me emocioné. Se que al final de mi vida, no tengo nada de qué arrepentirme, he ido por ahí dejando huella en la vida de la gente y que cuando yo he tenido, jamás he sido tacaña, yo lo que tengo lo doy, lo entrego. Los amigos y la familia van primero, es lo único que realmente tienes que cuidar. Todo lo demás lo puedes perder porque en algún momento lo vas a recuperar.


Ayer fui a cancelar mi cuenta del banco, esto de estar viviendo con las justas y pagar siete soles de mantenimiento cada mes es para cojudos, así que abrí una cuenta que no cobra mantenimiento y cerré mi cuenta anterior. Me dieron en efectivo y el saldo que tenía en la cuenta, eran unos míseros SETENTA Y SIETE SOLES (con treinta céntimos) que me tienen que alcanzar hasta fin de mes, quise llorar en la cara de la cajera pero me acordé de un tuit que hace unos días le puse a una chica que estaba media depre y le dije "levanta la cabeza querida, que se te cae la corona". Así que respiré muy fuerte, levanté la cabeza, me tragué el orgullo y me fui caminando muy derechito. En mi carro, lloré... siempre fui la niña rica, nunca supe lo que era necesidad y ayer vi mi derrota... ahí plasmada en la figura de una cajera entregándome mis setenta y siete soles y preguntándome si quería hacer alguna transacción mas. Pensándo en cómo chucha iba a pagar mis tarjetas de crédito, en que no debí comer en la calle la semana anterior, en que no debí comprarme esa nueva falda, en que no debí comprarme absolutamente NADA en estos cinco meses.

Siempre escuché que los problemas en la casa llegan cuando falta el dinero... por suerte no tengo una familia que mantener pero si tengo un perro, que es mi vida entera, que un mes después de que dejé el trabajo, se enfermó y no dudé ni un sólo segundo en gastarm todos los ahorros que tenía para su operación. No contaba con no encontrar trabajo rápido, por eso ahora estoy misia, por eso ahora sólo me amparan unos míseros setenta y siete soles. 

Gracias a Dios tengo un enamorado que a pesar de todos nuestros problemas como pareja, SIEMPRE me ha apoyado como amigo. Así que dentro de todo debo agradecer que tengo alguien a mi lado que no me deja caer, que con un simple abrazo me da fuerzas para seguir.  Obviamente de mi pobreza, sólo sabe mi enamorado y bueno ahora ustedes que están leyendo. Para mi mamá y para mi familia en general, estoy muy bien, vivo de mis rentas traquila y feliz, cada uno tiene sus propios problemas y no vas a ir dando pena por ahí. 

Y nada pues, sólo quería desfogar
CHAU

PD.- Alguien tiene una chambita para mi por ahí? RT plisito